Cuando, Lidia, llegue nuestro otoño
con el invierno que hay en él, guardemos
un pensamiento, no para la futura primavera, que es de otros,
ni para el estío, de quien estamos muertos,
sino para lo que queda de cuanto pasa-
el amarillo presente que las hojas viven y las hace distintas.
Ricardo Reis
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario