De La máquina del tiempo, de Wells, en maridaje con un H. Upmann Majestic:
"La oscuridad aumentaba rápidamente, un viento frío comenzó a soplar en ráfagas refrescantes del este, y la caída de los copos blancos en el aire creció en número. De la orilla del mar vinieron una agitación y un murmullo. Fuera de estos ruidos inanimados el mundo estaba silencioso. ¿Silencioso? Sería difícil describir aquella calma. Todos los ruidos humanos, el balido del rebaño, los gritos de los pájaros, el zumbido de los insectos, el bullicio que forma el fondo de nuestras vidas, todo eso había desaparecido."