5 de octubre de 2010

Caeiro: Más de El guardador de rebaños

II


Mi mirar es nítido como un girasol.
Tengo la costumbre de andar por los caminos
mirando a derecha e izquierda,
y de vez en cuando mirando hacia atrás...
lo que veo a cada instante
es aquello que nunca antes había visto,
y de eso sé muy bien darme cuenta...
sé tener el asombro esencial
que tiene un niño si, al nacer,
nota que en verdad ha nacido...

Me siento recién nacido a cada instante
para la eterna novedad del mundo...

Creo en el mundo como una margar
porque la veo. Pero no pienso en él
porque pensar es nocomprender...
el mundo no fue hecho para pensarlo
(pensar es estar enfermo de los ojos)
sino para mirarlo y estar de acuerdo...

Yo no tengo filosofía: tengo sentidos...
si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que ella es,
sino porque la amo, y la amo por eso,
porque quien ama nunca sabe lo que ama
ni sabe por qué ama, ni lo que es amar...

Amar es la eterna inocencia,
y la única inocencia es no pensar...

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