25 de diciembre de 2009

Trapo (F. Pessoa - Álvaro de Campos)

El día acabó en lluvia.
La mañana, sin embargo, era bastante azul.
El día acabó en lluvia.
Desde temprano, ya estaba un poco triste.
¿Anticipación? ¿Tristeza? ¿Nada?
No sé: ya al despertar estaba triste.
El día acabó en lluvia.

Ya lo sé: la penumbra de la lluvia es elegante.
Ya lo sé: el sol oprime por ser tan ordinario, un elegante.
Ya lo sé: ser susceptible a los cambios de luz no es elegante.
Pero, ¿quién dijo al sol o a los otros que quiero ser elegante?
Denme el cielo azul y el sol visible.
Niebla, lluvias, nublados -eso ya está en mí.

Hoy sólo quiero sosiego.
Hasta amaría el hogar, siempre que no lo tuviera.
Hasta llegan a darme sueño las ganas de tener sosiego.

¡No exageremos!
De veras, tengo sueño, sin razón.
El día acabó en lluvia.

¿Cariños? ¿Afectos? Son recuerdos...
Es necesario hacerse niño para tenerlos...
¡Mi madrugada perdida, mi cielo azul verdadero!

Bonita boca la de la hija del casero,
pulpa de fruta de un corazón para comerse...
¿Cuándo fue eso? No sé...
En el azul de la mañana...

El día acabó en lluvia...

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