O maestro sacode a batuta,
a lânguida e triste a música rompe...
Lembra-me a minha infância, aquele dia
em que eu brincava ao pé dum muro de quintal
atirando-lhe com uma bola que tinha dum lado
o deslizar dum cão verde, e do outro lado
um cavalo azul a correr com um jockey amarelo...
Prossegue a música, e eis na minha infância
de repente entre mim e o maestro, muro branco,
vaim e vem a bola, ora um cão verde,
ora um cavalo azul com um jockey amarelo...
Todo o teatro é o meu quintal, a minha infância
está em todos os lugares, e a bola vem a tocar música,
uma música triste e vaga que passeia no meu quintal
vestida de cão verde tornando-se jockey amarelo...
(tão rápida gira a bola entre mim e os músicos...)
Atiro-a de encontra à minha infância e ela
atravessa o teatro todo que está aos meus pés
a brincar com um jockey amarelo e um cão verde
e um cavalo azul que aparece por cima do muro
do meu quintal... e a música atira com bolas
à minha infância... e o muro do quintal é feito de gestos
de batuta e rotaçoes confusas de cães verdes
e cavalos azuis e jockeys amarelos...
Todo o teatro é um muro branco de música
por onde um cão verde corre atrás de minha saudade
da minha infâcia, cavalo azul com um jockey amarelo...
E dum lado para o outro, da direita para a esquerda,
donde há arvores e entre os ramos ao pé da copa
com orquestras a tocar música,
para onde há filas de bolas na loja onde a comprei
e o homem da loja sorri entre as memórias de minha infância...
E a música cessa como um muro que desaba,
a bola rola pelo despenhadeiro dos meus sonhos interrompidos,
e do alto dum cavalo azul, o maestro, jockey amarelo tornando-se preto
agradece, pousando a batuta em cima da fuga dum muro,
e curva-se, sorrindo, com uma bola branca em cima da cabeça
bola branca que lhe desaparece pelas costas abaixo...
VI
El maestro agita la batuta
lánguida y triste la música irrumpe...
Recuerdo mi infancia, aquel día
en que jugaba al borde del muro del patio
lanzándole una pelota que tenía de un lado
el deslizar de un perro verde, y del otro,
un caballo azul corriendo con un jockey amarillo...
La música sigue, y es mi infancia,
de repente, entre el maestro, muro blanco, y yo,
va y viene la pelota, ahora un perro verde,
ahora un caballo azul con un jockey amarillo...
Todo el teatro es mi patio, mi infancia
está en todas partes, y la pelota viene tocando música,
una música triste e indecisa que pasea por mi patio
vestida de perro verde que se vuelve jockey amarillo...
(Tan rápido gira la pelota entro mi y los músicos...)
Lanzo la pelota contra mi infancia
y atraviesa el teatro que está a mis pies
jugando con un jockey amarillo y un perro verde
y un caballo azul que aparece por encima del muro
de mi patio... y la música lanza pelotas
a mi infancia... y el muro del patio está hecho de movimientos
de batuta y rotaciones confusas de perros verdes
y caballos azules y jockeys amarillos...
Todo el teatro es un muro blanco de música
por donde corre un perro verde tras la saudade
de mi infancia, caballo azul con un jockey amarillo...
Y de uno a otro lado, de derecha a izquierda,
donde hay árboles y entre las ramas al borde de la copa
con orquestas que tocan música,
hasta donde hay filas de pelotas en la tienda donde la compré
y el hombre de la tienda sonríe
entre los recuerdos de mi infancia...
Y la música cesa como se derrumba un muro,
la pelota rueda por el despeñadero de mis sueños que se interrumpen,
y desde lo alto de un caballo azul, el maestro, jockey amarillo volviéndose negro,
agradece, dejando la batuta sobre la fuga de un muro,
y se inclina, sonriendo, con una pelota blanca sobre su cabeza,
pelota blanca que resbala por su espalda...
No hay comentarios:
Publicar un comentario